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Un aire limpio y fresco, rico en oxígeno y CO2, es esencial para obtener cultivos de marihuana óptimos en interior. Imitar al máximo las condiciones exteriores, nos permitirá lograr cosechas abundantes y de calidad, o por el contrario, obtener resultados que no eran los que pretendíamos.
El aire es el elemento más barato que se gasta en el cultivo de interior y, lamentablemente, es el que más se descuida. Se compran extractores e intractores ridículos y poco efectivos, no se tiene en cuenta que dentro de un habitáculo limitado, tendremos un montón de plantas que estarán “hambrientas” de este elemento.
Cuando no podemos hacer una inversión para tener todos los elementos de un cultivo de marihuana de interior, lo mejor es comprar un extractor de garantías para nuestro habitáculo, dejando la intracción pasiva y así, cuando podamos, compraremos un intractor adecuado. De esta forma, solo compraremos una vez y evitaremos gastos innecesarios. Es preferible forzar una intracción pasiva con un buen extractor, el cual está evacuando todo el aire gastado por las plantas de marihuana, a tener un extractor e intractor inadecuados.
Antes de instalar un cultivo interior de marihuana, la primera premisa es observar como circulará el aire y en que proporciones debe hacerlo. Para un sistema adecuado de ventilación, hay 3 factores que afectan al movimiento del aire:
– Circulación: En el ciclo diurno, la marihuana es una devoradora de CO2 y este elemento necesita ser renovado. Si no se hiciese, se crearía una zona de aire usado (viciado) y sin CO2. Esto provocaría que la planta de marihuana no creciera de forma correcta. El aire cálido se posaría en el techo, y el frío cerca del suelo. Una correcta circulación de aire romperá estas barreras y mezclará ambas masas.
Instalar un ventilador giratorio nos ayudará a mezclar mejor estas masas de aire y será el primer preventivo para plagas y hongos, ya que, crearemos un clima hostil donde no se puedan asentar y desarrollar tanto las esporas como las plagas. Costándoles así asentarse y desarrollarse.
El ventilador se instalará en el lado opuesto de la intracción, evitando así bolsas de aire caliente. El aire fresco se mezclara y distribuirá, de esta forma, más adecuadamente.
– Ventilación: Hay que crear un flujo de aire lo más fresco posible que extraiga el aire caliente e introduzca aire fresco y limpio en nuestro cuarto de cultivo. Esto hará que nuestras plantas crezcan adecuadamente. Si no conseguimos crear unas condiciones correctas de humedad, la planta no podrá transpirar bien y el crecimiento se ralentizará, incluso deteniéndose. Una humedad alta nos hará indefensos contra ataques de diversas enfermedades y plagas por lo que hay que ver que la ventilación es tan importante como la luz, el agua y los abonos.
Los extractores se clasifican según los m3/hora que pueden mover. Este debería ser capaz de renovar el volumen del aire del cuarto de cultivo en menos de 5 minutos y así asegurarnos que todo el aire “gastado” se habrá evacuado por completo en ese tiempo.